jueves, 10 de mayo de 2012

AUGE EMPRESARIAL

Mi marcha de SESA no se trataba de una decisión temeraria aunque lo parezca. Dejar un buen empleo a los 52 años era cosa de pensárselo bien. Ya había empezado a realizar alguna incursión por fuera de la compañía, asociándome con un par de compañeros de trabajo que dirigían ETESA, una pequeña empresa de asesoramiento contable y de tesorería.
También había tenido una entrevista con el director de ASFIN,  importante organización de asesoramiento fiscal y administrativo que me ofrecía trabajar en su empresa.
Pero lo que me decidió a tomar ese camino fue la informacón que recibí de mi buen amigo Erasmo López, para entonces interventor de Shell España, sobre la nueva reforma fiscal que exigía a las empresas extranjeras sin establecimiento permanente en España, que nombraran un representante fiscal. Ese tipo de empresas trabajaban mucho en nuestro país durante  esa época, sobre todo en la industria de exploración y producción petrolera.
Sin haberme ido todavía de SESA, ya tenía un cliente británico, Southern Geophysical Consultants,  que daba servicios a Shell en el campo petrolífero de Amposta.
Compré las acciones de mis socios en ETESA, modifiqué su objeto social y me instalé en la calle Castelló, casi esquina a Goya.  Un empleado de SESA y una secretaria, ambos trabajando por horas, constituían todo mi personal.
Un cliente me recomendó a otro y así, sucesivamente. Al cabo de varios años había representado a más de  cien empresas extranjeras relacionadas con le exploración y producción petrolera.

Mi gran fortuna fue que, durante  los años 70 y 80, hubo una actividad muy importante  en la exploración petrolera en España. Se pensaba que los yacimientos  del Cercano Oriente y del Mar del Norte, frente a las islas británicas, estaban comunicados por una veta que pasaba por Argelia y que debía cruzar el subsuelo español, por lo que se hicieron muchas prospecciones, algunas exitosas, como las de Ayoluengo y  la costa de Tarragona,  yacimientos de gas natural en Sabiñánico en Huesca, en el Cantábrico, etc..

¡Petróleo en Ayoluengo!

La plataforma Casablanca, frente a Tarragona

¡Petróleo en el Mediterráneo!

El año 1979 me recibía con la aventura más importante de mi vida. Por primera vez me encontraba sin el respaldo de un sueldo mensual, enfrentado a los avatares del mercado de servicios donde la competencia es feroz. Como cada vez que he realizado un cambio,  contaba con el beneplácito de Maite, dispuesta siempre al apoyo incondicional a mis ideas y mis planes.

Los escasos ingresos que recibía de la antigua clientela de ETESA las fui complementando con mi colaboración con ASFIN. Uno de los trabajos más interesantes que realicé con éllos fue el análisis de la situación de Galerías Preciados, empresa que, como es sabido, fue absorbida por El Corte Inglés.

En otra ocasión me enviaron a una misión imposible en Montoro (Córdoba).para solucionar los problemas de una productora de aceite de oliva.
La fábrica de Montoro había sido abandonada por sus propietarios y sólo quedaba un empleado que actuaba como gerente, además de los obreros que vivían  dentro del terreno en que se encontraba la almazara, en unas casas construídas por la empresa. También había una enorme mansión que solían habitar los propietarios y que estaba al cuidado de una pareja que se ocupaba de atender a los visitantes. La casa era preciosa, con todas las comodidades modernas y una decoración típicamente andaluza con  patios interiores, biblioteca y un salón de juegos con una mesa de billar. La situación de la empresa era muy crítica en el momento de mi visita pues no había fondos para pagar los salarios del personal ni para comprar las indispensables aceitunas para poner en marcha la almazara ya que los proveedores no habían cobrado los suministros de la campaña anterior.  Había mucha tensión en el personal y la cosa tenía muy mala pinta. La única posibilidad de obtener fondos  era proceder a la venta de unas existencias de carbón que, según me informaron, estaban en el almacen de un general del ejército, retirado y que había sido secuestrado por los Grapo. Volví a Madrid sano y salvo, una vez gestionada la suspensión de pagos de la empresa.
Mi colaboración con ASFIN  terminó pronto porque los clientes que iba captando en ETESA empezaban a copar todo mi tiempo.
El trabajo de la representación fiscal era sencillo, una vez enterado de la Ley de Hidrocarburos y de los convenios internacionales para evitar la doble imposición fiscal firmados por España. La factura del cliente por los servicios prestados a Shell o a cualquier otra empresa petrolera, se presentaba en la Delegación de Hacienda mediante un modelo 210 en el que hacía referencia al Convenio Internacional correspondiente que eximía del pago de impuestos españoles. Una vez conformado por Hacienda, se enviaba  a la empresa contratante para el pago de la factura al proveedor. ETESA recibía un porcentaje sobre el valor de la factura o una cuota mensual si se trataba de un cliente con gran actividad en España.
La competencia de ETESA era, principalmente, las grandes firmas de auditoría que prestaban el mismo servicio a sus  clientes. Mi ventaja era que yo gestionaba personalmente la presentación de los papeles en Hacienda, mientras que las empresas de auditoría delegaban esa función en  personal subalterno. Éso de ir casi todos los días a Hacienda se convirtió en algo rutinario.
Pronto tuve que contratar a una secretaria bilingüe, panameña por cierto, que había trabajado en Johnson & Johnson, más un contable a tiempo parcial. .

La cosa no podía ir mejor: clientes abundantes, todos buenos pagadores. Ante semejante panorama ¿quién se preocupa por los aconteimientos políticos del momento, de trabajar demasiadas horas  o de no tomar vacaciones?

10 comentarios:

  1. Ya se ha convertido, allá por los 70 u 80, en importante empresario de servicios. Dudo que tal actividad le durara mucho por razón de genes : al doctor tampoco le duraban mucho sus empleos o trabajos.

    Tengo la esperanza de que antes de jubilarse del todo haya protagonizado alguna peli del Oeste, asistido a cursos de astronauta en Houston y de haber diseñado las Torres de Kio de Madrid.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene razón, a pesar de encontrarme totalmente satisfecho con mi independencia profesional, factores externos, ajenos a mis genes, me impedirían continuar en tan satisfactoria tarea.
      En alguna película del oeste (aquellas que se rodaban por Almería) estuve a punto de apuntarme, pero no como protagonista si no en un simple papel de "maldito" (gritando en el bar). Lo de astronauta nunca me ha interesado, por mi terror a las alturas y jamás se me ocurriría diseñar esas torres tan torcidas. El único curso que cogí, ya jubilado, fue el de informática, con resultados francamente decepcionantes, tanto para mi como para el profesor. El pobre hombre tuvo que marcharse una temporada al Tibet para meditar sobre su capacidad para la enseñanza.

      Eliminar
  2. Cómo se nota que se nos crió Vd. allende los mares, fuera de la madre patria, esa que incluye en el ADN la predilección por las vacaciones, el trabajo en el que tocarse los güebos y echando el menor número de horas posible.

    No dejo de pensar en su historia cordobesa, daría par una peli de terror cojonuda, con un serial killer al estilo hermanos Izquierdo decapitando y eviscerando a "urbanitas" perdidos por la zona y triunfando en los mercados de Delicatessen con unos exóticos fiambres.

    Si tuviese que llevar la práctica lo leido en su didáctico post de hoy puedo decir que lo de Bankia o Lehman Brothers sería un juego de niños con la que liaría yo solito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo peor de la aventura cordobesa es la falta de información que recibí de mis superiores. Su estilo era el clásico "mensaje a García" o sea, ponte en acción y no preguntes chorradas. Por si acaso, cerré la puerta de mi habitación a cal y canto.
      Lo de Bankia aún tengo que digerirlo, pero ¿estaría Vd. interesado en unas acciones a buen precio?

      Eliminar
  3. Bwana,

    Realmente sorprendido con su decision de independencia a escasas 52 primaveras (yo pensaba que habia sido sustancialmente mas tarde) ... Yo lo he hecho un poco mas tarde (a los 56), y mas forzado por los acontecimientos que otra cosa ... Estando el curro tan dificil en esta economia super peluda, la estabilidad laboral (si es que existe todavia) no parece promover el "enterpreneurship" (o sea, agarrate a la silla y no inventes)... Me equivoco? Que piensa Ud. del tema?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Históricamente la situación económica tiene épocas de bonanza y momentos depresivos. Posiblemente ahora nos encontremos en una de esas etapas difíciles para el emprendedor. Sin embargo siempre habrá oportunidad de éxito para el que tenga una buena idea, algo de suerte y ganas de trabajar.

      Eliminar
    2. Como, por ejemplo, este chaval. "No es que haya momentos malos, es que simplemente, a la hora de emprender tienes que estar dispuesto a hacer de todo y dedicar muchas horas. "

      Eliminar
    3. Un buen ejemplo el que apunta y que confirma mi impresión de que siguen habiendo oportunidades a pesar de todo.

      Eliminar
  4. Bwana,muchos tendrian miedo a independizarse en la cinquentena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal vez sea más fácil hacerlo a esa edad, cuando los hijos ya están educados o han abandonado el nido.

      Eliminar