viernes, 4 de mayo de 2012

ASOCIACIÓN DE EJECUTIVOS DE FINANZAS

Otro de los aspectos gratos de mi estancia en SESA fue que me inscribieron en la AEEF. La empresa tenía mucho interés en las asociaciones profesionales como APD, AEF etc. A los jefes financieros nos apuntaron a la Asociación Española de Ejecutivos de Finanzas (AEEF) en la que fui elegido, poco tiempo después, miembro de la directiva, comandada, por cierto, por el conocido  Eduardo Punset.

En octubre de 1975 se anunciaba un congreso mundial de la IAFE (International Asoc. of Financial Executives) a celebrar en Caracas. Inmediatamente empecé a gestionar mi asistencia consiguiendo que la compañía me pagara el viaje y la inscripción. Corrí la voz entre familiares y amigos de Venezuela y enseguida recibí invitaciones para el alojamiento. El congreso se celebró entre el 31 de octubre y el 9 de noviembre y puedo confirmar que disfruté mucho en el reencuentro con mi país de adopción después de once años de ausencia.
Asistí a la inauguración y a un par de conferencias, para disimular, pero pasé la mayor parte del tiempo en reuniones con mis hermanas, primas y otros familiares, así como con antiguos amigos de Shell. 

A esta comida no tuve más remedio que asistir

Precisamente estuve de visita en mi antigua oficina del edificio Shell en Las Mercedes y allí me encontré con un montón de antiguos amigos, que me recibieron con un entusiasmo sorprendente después de tanto tiempo. El más atento de todos fue Fluvio Lobo que, junto con Ramón Goitía, Emanuel Valbuena, Manuel Felipe Issa, Roberto Stiuv, Carlos Delgado y "el chiquito" Hernández, organizaron un almuerzo en mi honor en el restaurante El Campanero, donde disfruté de unos aguacates "king size" con langostinos realmente deliciosos y las clásicas arepas con queso de mano. Pasamos un rato francamente inolvidable.
Mi hermana Elvira también me había preparado una reunión en  casa, donde cocinó un mero al horno sencillamente exquisito. Me acompañaron mi hermana María Luisa, mis cuñados y mis primas. Un grato recuerdo. 

Me faltó tiempo para acudir a muchas otras invitaciones que recibí durante mi estancia en Caracas. Mi cuñada Mariángeles me había alojado en su piso, por lo que me ahorré el pago del hotel Hilton donde se celebraba la conferencia. 

Abrumado por tantas atenciones me despedí de todos éllos el viernes 7 aceptando la invitación de Luis, el marido de mi cuñada, para una sesión de pesca en su yate. Por la tarde salimos hacia Puerto Azul con su hija Marigaby, pernoctando en su apartamento al lado de la playa. El sábado salimos de pesca y logré capturar un bonito ejemplar de dorada, tras 15 minutos de lucha (¡como pelean estos bichos!). Luego almorzamos en el restaurante del Faro y echamos una siesta en el yate, después de aclararnos la garganta con unos tragos de ginebra Tanqueray con tónica. El calorcito, los vapores del alcohol, la música instrumental del equipo de alta fidelidad  y el suave vaivén de las olas, convirtieron la siesta en un momento muy agradable.                                     .

Al mando del poderoso yate de Luis

Mostrando mi estupenda captura en las aguas del Caribe

Mi estupenda excursión por Venezuela casi me hace olvidar los importantes acontecimientos que se producían en España. Franco agonizaba y la incertidumbre de los cambios que se avecinaban hacían temer lo peor. Es muy posible que haya perdido una oportunidad para apuntarme al carro de los políticos como hizo, por ejemplo, un tal Benegas, procedente de Caracas, con un historial parecido al mío. Mi  natural tendencia a no meterme en líos me había apartado de cualquier tentación política, a pesar de mi antipatía a Franco y sus secuaces. Más aún, había llegado a apreciar la tranquilidad de las calles españolas durante su gobierno  en comparación con el desorden imperante en los países democráticos como, por ejemplo, del que fui testigo en Bruselas, cuando los agricultores comunitarios tomaron prácticamente la ciudad, dejando todo hecho una lástima, con escaparates destrozados (y saqueados) y hasta semáforos arrancados de cuajo. En España no se veían semejante demostraciones y uno paseaba por las calles de Madrid a cualquier hora de la madrugada sin miedo alguno, aunque ya sé que tranquilidad viene de tranca, según dicen. Pero la cosa empezaba a desmadrarse también por aquí.

Los de la AEEF seguíamos con nuestras reuniones mensuales, a las que, a veces, nos acompañaban las señoras. Estos documentos gráficos  demuestran lo bien que lo pasábamos:


Los Duarte en primer plano; Javier era amigo del fotógrafo. Maite se ha quedado aislada.

De etiqueta en la fiesta anual



A esta cena se apuntó mi hija mayor Maite. Mi amigo Erasmo López es el primero por la izquierda

En esta ocasión estoy entre las dos guapas,  Maite y la Sra. Lazzerini. Silvio es el primero por la izquierda.


12 comentarios:

  1. Tiene que ser emocionante volver a donde estaban los viejos compañeros de trabajo y de lucha por la vida, y más si ahí se tienen también familiares.

    Observo que está muy elegante con pajarita y bigote aunque eso le hace parecer un poco madrileño. (Ya sabe Ud. que mis querencia favoritas, para dar palo, son los bilbainos y los madrileños aunque en el fondo me causan ternura.)

    Bonitos recuerdo de una vida muy llena nos muestra hoy.
    Tiene, también buen gusto en elegir los hoteles Hilton para alojarse en cualquier parte del Mundo.

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    1. En verdad fue estupendo reunirse con familiares y amigos y comprobar que todavía nos apreciábamos a pesar de los 11 años de ausencia.
      Me sorprende que relacione Vd. bigotes con madrileños. Los únicos que conocía eran los que llevaban los del glorioso movimiento, finitos, al estilo FF. El mío es, más bien, de tip argentino.
      Los Hilton tenía que abonarlos de mi bolsillo; la empresa siempre mandaba a los Sheraton, de su propiedad.

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  2. Confirmado, los años 70 (especialmente finales de década) fueron horrorosos en cuanto a moda se refiere, y no deja de sorprenderme que en la segunda foto ponga un pie de página como éste "de etiqueta en la fiesta anual" Y SALGA UNO EN PRIMER PLANO, SÍ, SÍ, EL DE GAFAS, ¡¡¡CON CALCETINES BLANCOS!!!.

    Efectivamente Bwana, tiempos convulsos y es que no se puede ser tan antisistema e ir provocando con esa indumentaria, más habiendo tanto gris.

    Tanqueray con tónica, Vd. sí que sabe lo que es bueno, aunque un DYC con cola mercadona no está mal, eso sí, con cacahuetes.

    Sigue sorpendiéndome lo rápido que pasa el tiempo ¿once años de su salida de Venezuela?...

    Y ya lo dejo, tengo que ir al oftalmólogo, creo que la visión de esos calcetines me ha quemado la retina.

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    1. Lamento profundamente haber herido su buen gusto publicando la foto de un señor con calcetines blancos y smoking. Lo cierto es que no me había dado cuenta de la infamia cometida por ese señor, de cuyo nombre no me acuerdo.
      Lo que no me cuadra es que compare Vd. un DYC con cola Mercadona con un Tanqueray con tónica Schweppes. Y menos con manises. Supongo será alguna de sus bromas.

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  3. A mí la foto que me gusta es la del Bwana al mando del barquito, con la pipa. Parece el capitán Haddock.
    Buen fin de semana.

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    1. Gracias, tiene Vd. un gusto exquisito. Supongo que el gorrito también le gusta.
      A pasarlo bien.

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  4. Bwana

    Lamento tener que corregirlo ... y en materias de ictiologia tropical, nada mas y nada menos ...

    Lo que Ud. pesco en los mares de Naiguata no fue una Dorada (Sparus aurata), pez tipico del Mediterraneo, elemento basico de la Dorada a la sal, sino un Dorado (Coryphaena hippurus), ti[pico de mares calidos como el Caribe y Hawaii, donde es conocido como Mahi-Mahi. Eso si, ambos deliciosos ... cada uno en su estilo

    Saludos

    Carlos

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    1. Ya me parecían a mi que eran diferentes. El dorado, como corrige Vd., hace honor a su nombre gracias a su bonito color. La "dorada" no presenta tal pigmento, aunque sus carnes sean parecidas.
      Gracias por la corrección.
      Saludos

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  5. Veo que su carrera era imparable.
    Y me imagino la alegría de volver a caracas después de los años que habían pasado.

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    1. Repetí once años después disfrutando nuevamente de la acogida de familiares y amigos. Realmente gratificante.

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  6. ¡Que nivel Don Bwana!. Es cierto lo que mas mola son la fotos del barco, ¿Una pipa en la boca?. Pues sí, confirmado es una pipa. Que envidia la pesca en esas aguas.
    Saluditos.

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    1. La pesca en esas aguas caribeñas no precisa la paciencia de Job que requieren los pescadores en el Mediterráneo. Allí pican a base de bien. Más o menos como los mosquitos.
      Saludos

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