lunes, 30 de abril de 2012

SANT BOI DE LLUSANÉS

En las vacaciones hemos ido  a San Baudilio de Llusanés, donde mi padre es el médico titular. Es un pueblo de la provincia de Barcelona, en la comarca de Osona, bastante popular entre los excursionistas catalanes por sus bonitos alrededores y por la buena comida de sus restaurantes.  

Hay una especie de mesón en el cruce de la carretera que va a Sant Quirze de Besora donde sirven unos canelonis a la Rossini ¡envueltos en hojas de repollo en vez de la clásica pasta!  Deliciosos, al igual que los múltiples embutidos de la zona, como fuet, butifarras y otros productos del cerdo tan abundante en la región.
Entrada al pueblo de Sant Boi de Llusanés

Mis progenitores están muy contentos en el pueblo, donde mi padre está en su salsa hablando catalán, como cuando vivían  en Sort, antes de la guerra. Mejor aún, pues tiene un Seat 600 que cuida "como la niña de sus ojos" y se desplaza por los pueblos aledaños que no tienen médico titular. Parece que, por primera vez, ha solucionado su situación económica .

Aunque ni Maite ni mis hijas están muy entusiasmadas con el lugar, lo han pasado bien visitando una de las numerosas porquerizas del pueblo:

Maite, la mayor, Elvira y Ana disfrutando en el zoo improvisado.

La madre de los cerditos asomada para saludar a Ana

Para volver a Madrid hay que pasar por una carretera endiablada a la que llaman "la trona" que lleva hasta Vic. Ya la conocimos en el viaje de ida y nos quedamos bastante preocupados pensando que la tendríamos que tomar otra vez y en bajada .  La tal "trona" tiene más de 60 curvas y hay que conducir con el mayor cuidado para no volcar por alguno de los precipicios que bordea.

En este vídeo podemos ver el recorrido de la carreterita en la actualidad, muy mejorada con "quitamiedos" y todo:



Aunque hay menos insensatos que en otros "rallies" más conocidos, tampoco falta quien se sitúe en las curvas, a ver si lo pilla el coche. Una afición parecida a la de los que corren delante de los toros en los festejos de tantos pueblos de nuestra geografía.

A pesar de la belleza del lugar, el aire de la montaña y el sabroso "pa amb tomacat" con fuet, no he conseguido que mis chicas se apunten a un segundo viaje. Dicen que prefieren la playa.

6 comentarios:

  1. Ese trayecto de La Trona es terrorífico y especialmente si se produce una circulación en AMBOS SENTIDOS.

    Conozco varias carreteras de ese estilo en mi tierra y naturalmente hay que ir a velocidad mínima siempre, con todos los sentidos alertas. Bajar como baja el del video, salvo que la carretera se halle controlada, es un suicidio porque como tropiece con alguien que sube el tortazo es inevitable.

    Se observa que el Doctor por fín se ha asentado.

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    1. El Doctor había vuelto a los años 30, como cuando disfrutaba del Pirineo catalán. En Sallent era capitán general y reducía su labor en el consultorio a los casos realmente importantes. Si se presentaba alguien con un catarro, lo despachaba con cajas destempladas. Era muy amigo de su colega en San Quirze, un gallego que las pasaba canutas por no hablar catalán. Nunca he sabido qué hacía ese médico en pleno territorio shoshone.

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  2. Qué gozada de fotos y qué miedo de vídeo. Lo de correr detrás de los cochinillos y pasear por el campo tranquilamente está ahora más valorado que entonces.

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    1. Tanto cochinito hacía que todo el lugar oliera a cerdo. Todos los embutidos tenían ese sabor peculiar que se confunde con las deposiciones del gorrino. Termina uno acostumbrándose.

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  3. Bwana, me ha hecho recordar algunas carreteras de Galicia de esas épocas.
    Por cierto intuyo una suave rebelión en sus niñas.

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