martes, 17 de abril de 2012

MADRILEANDO (Episodio 1)

Como se me había vencido el plazo para regularizar la situación del Opel (pagar los derechos de aduana y matricularlo), procuraba utilizar carreteras secundarias para evitar encuentros desagradables. Ese procedimiento tenía la pega de que no había una gasolinera visible cuando se necesitaba, lo que me hizo sufrir alguna inconveniencia y la crítica de las pasajeras. Finalmente,  decidí  iniciar las gestiones y, al mismo tiempo,  agenciarme un carnet de conducir español. Me inscribí en una escuela pero solo para la parte teórica. Pasada ésta, había que trasladarse a un polígono para el examen práctico. Me presenté allí conduciendo el Opel, sin que nadie me hiciera la menor observación (¿cómo conduce sin carnet?) No fue demasiado fácil la maniobra de estacionar en los espacios para Seat 600, pero lo logré.

Por recomendación del amigo Berdión, que tenía una hermana de maestra allí, inscribimos a las niñas en el Colegio Santa María,  en la zona de Conde de Orgaz, al que se accedía por la carretera a Barcelona, la misma que tomaba yo para ir a Torrejón de Ardoz.

Los fines de semana visitamos todo lo que hay que ver y admirar por la sierra de Madrid y aledaños. Nos maravillan Toledo, Segovia, Ávila y otras poblaciones monumentales. Aquí vemos a la panda disfrutando de los aires avileños:


Escalando la muralla

En esta ocasión se trata de El Escorial:

Ni que decir tiene que muchas de estas excursiones se realizaban con los visitantes que habían venido de ultramar.



En las Navidades de 1966 nos visitaron mis padres. Pasamos unos días estupendos celebrando las fiestas.
Cena de Navidad con mis padres

La adaptación al entorno iba de maravilla. Maite, mi hija mayor, se había inscrito en un torneo de natación del que resultó ganadora en 50 m libres. Aquí la vemos recibiendo su premio:


Elvira, mi segunda hija, se había apuntado a unas clases de baile flamenco. Aquí la tenemos demostrando cómo se bailan unas sevillanas ante mis padres:


Entretanto, Ana, la pequeña, hacía la comunión: en el colegio Santa María:


Otra vez la pequeña, posando con su colección:


Mi mujer, con su fantástica habilidad para relacionarse con la gente, había hecho muy buenas migas con los vecinos, Demetrio y Maricarmen Peña, que tenían dos hijas de edades similares a las nuestras y que se hicieron muy amigas.

Nuestra adaptación a Madrid había sido rápida y sencilla.

14 comentarios:

  1. Catalán-valenciá-venezolano madrileñizado. INTERNACIONAL.

    Me alegra saber que toda la familia se adaptó rapidamente al mundo del Madrid de entonces. Ud. podía incluso, como le hubiera gustado a ISRA, ir a la Plaza de Oriente a ver al Invicto Centinela de Occidente. Ya sabe que sin ironías la vida es muy triste.

    Sospecho que al ver a la familia creciendo en edad debió de pensar alguna vez que estaba envejeciendo o mejor, haciéndose "mayor".

    Lo raro es que el doctor no se hubiera MUDADO media docena de veces más durante su estancia en España.

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    1. Por la plaza de Oriente no se me ocurrió pasar; estaba más interesado en la plaza Santa Ana, por cuyos alrededores hay unas tascas "pa quitá el sentío". El único invicto que conocí, en una de las tascas donde, por cierto, servían una mojama de categoría, era el famoso torero "El Platanito".
      La primera vez que tuve conciencia de mi edad es cuando leí que llamaban "anciano" a un señor de 50 años.
      Gracias por recordarme al doctor; había olvidado que se mudó a Sant Boi de Llusanés, cerca de Vich.

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  2. Bwana, observo que ssta usted viviendo una feliz etapa.

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    1. Muy felíz, efectivamente.La recuerdo cn mucho cariño.

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  3. Y ¿sus excursiones a Cuenca, D. Bwana? con sus piedras y piedrolas, mundialmente conocidas fueron fascinantes. Una etapa feliz donde las haya.

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    1. Sería demasiado largo contar todas nuestras excursiones, pero recuerdo bien lo de las adivinnzas. "Veo, veo, una cosita que empieza por P". Respuesta: "Una piedrola".

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  4. (creo que Tella ha malinterpretado algún comentario mio al pensar que pueda ser yo un facha... jajajajaja).

    Entre esas muchas excursiones echo en falta alguna a la maravillosa Complutvm, tan cerca de su residencia y mucho más cerca de su trabajo, más que nada porque me encantaría poder ver fotografías antiguas de mi ciudad (y eso que todavía faltaba un lustro para recibir a su más ilustre ciudadano, seamos sinceros, Cervantes podría estar a la par, pero por supuesto estoy por encima de Azaña).

    No arriesgaría mucho, pero al menos unos 5 añitos les hago por ese barrio y ese trabajo...

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    1. ¡Cómo íba a omitir la noble villa de Alcalá de Henares en nuestras excursiones! Claro que estuvimos allí, almorzando en el Parador después de visitar la Universidad, el Museo Arqueológico y la casa de Cervantes. Por desgracia no he localizado fotografía alguna de nuestro paso por tan soberbio lugar y lo lamento; ¡quién me iba a decir que un personaje de su categoría iba a interesarse por mis andanzas!
      Respecto a su estimación, bastante arriesgada por cierto, ha dado Vd. en el clavo: vivimos 5 años en el mismo lugar, aunque con alguna interrupción debida a nuestro carácter nómada.

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  5. Ay, Bwana, qué bochorno... la salerosa de la mediana por sevillanas.
    Geniales esas excursiones todos los fines de semana buscando desesperadamente un "nice spot" para el picnic y parando cada media hora por cualquier cosa, incluyendo la falta de gasolina.

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    1. La pena es que mi hija Elvira ¡actuó por televisión! y no tengo testimonio gráfico de esa exhibición artística tan flamenca.Inocente de mi, pretendía sacar fotos directamente del televisor, consiguiendo un resultado tan chapucero que no me he atrevido a publicarlas.
      No me recuerde los percances por falta de combustible; es que confiaba demasiado en la reserva.

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  6. Las placas verdes creo recordar que duraban tres meses ¿O eran rojas?. En este episodio se acerca usted peligrosisimamente a mi barrio. Pasando de Conde de Orgaz era otra galaxia, raro es que no la llevara al Liceo Francés que esta en esa zona.
    Al Platanito supongo que le conocería vendiendo lotería, que es lo que hacía por los bares y mesones el hombre. ¿ Fue alguna vez al Valle del Lozoya, al Monasterio del Paular?.
    Saluditos.

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  7. La placa provisional que me dieron duraba un año, pero la llevé puesta 3 meses más. Lo curioso es que nunca me molestaron y, al siguiente día de matricularlo en España, me pararon dos veces.
    Nos gustó mucho el solegio Santa María y mis hijas lo recuerdan con cariño.
    Cuando conocí al Platanito ya era matador de toros, aunque se quejaba de los empresarios.
    El valle del Lozoya lo recorrimos, pero no recuerdo haber visitado el monasterio.
    Saludos

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  8. Me imagino que esas innumerables excursiones por parajes castellanos irian aderezadas a menudo con ricas viandas de dieta mediterranea como la tortilla de patatas y los filetes empanados.!Que hambre dan las excursiones!
    Excelente elección el colegio Santa Maria, una enseñanza de primera, con instalaciones premio nacional de arquitectura. En clase de dibujo se copiaban al oleo cuadros flamencos.
    Un abrazo Bwana

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    1. Por supuesto, las ricas viandas no faltaban. Una buena alimentación siempre previene enfermedades.
      Me alegra que escogiéramos bien el colegio de nuestras hijas.
      Un abrazo

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