viernes, 9 de marzo de 2012

¿Y LA FAMILIA?... BIEN, GRACIAS.

Empezaré por mis progenitores;
Siguen de mudanza a las medicaturas rurales donde envían a mi padre. En esta época  estaba destinado en Guardatinajas, un pueblo en lo más profundo de los Llanos

Una calle de Guardatinajas

Imagino los sustos de  mi madre, con el pavor que les tenía a los bichos y enfrentada a la variopinta fauna tropical. Antes de este destino, los habían enviado a la isla Margarita, donde pudieron disfrutar de unas maravillosas playas durante una temporada; pero sucedió lo de costumbre, a un médico criollo, recién graduado, le apeteció tan bonito lugar y cambiaron a mi padre. Según me cuenta, está cansándose de la seguridad social venezolana y planea regresar a España, aunque esté mandando Franco.

Este paraíso le duró poco a mis padres


Mi hermana menor, María Luisa y Santiago, su marido, también viven en los Llanos. Mi cuñado tiene una farmacia en Calabozo, una pujante población del estado Guárico. Está asociado con mi otro cuñado, Álvaro, un gallego que se casó con Elvira, mi hermana mayor. María Luisa y Santiago han tenido un hijo, que nació unos meses antes que mi hija. Por su parte, Elvira y Álvaro han tenido un niño y una niña. Se puede observar que la contribución de la familia al censo de Venezuela marcha viento en popa.
Los hermanos de Maite tampoco se han quedado atrás. Su hermano, José Luis, se casó con una venezolana y han tenido, de momento, una hija. Más adelante, les nacerá un varón. La hermana mayor, Mariángeles, se ha casado con un valenciano, Luis, recién llegado de España. La pareja, como nosotros, se especializarán en niñas y han tenido la primera unos meses antes de nacer mi hija.

Mi suegro era capitán de un barco mercante en España y ha conseguido  empleo en la naviera Boulton, en la Aduana de La Guaira. Mi cuñada  trabaja en la editorial Capriles donde llegará a ser directora.

Contribuyendo a la expansión familiar en este país, han ido trasladándose desde España primos, primas, tíos, tías y otros parientes que se han establecido poco a poco en Venezuela  manteniendo bien alto el espíritu conquistador y aventurero de nuestros antepasados. Primos y primas se han casado aquí, por lo que se han agregado a la famiglia, italianos, alemanes, colombianos y criollos.

La gran mayoría  se ha buscado la vida adecuadamente, emprendiendo negocios con variado éxito. Otros se han empleado en la industria del aluminio y montarán su propia fábrica de perfiles. En resumen, que no hay desempleo entre nosotros y no hace falta ayudar económicamente a nadie, lo que me satisface plenamente pues no está el horno para bollos.

AD:
Preguntaba un contertulio a los oyentes: "¿En qué se parece una camisa vieja a una familia y a un hotel de tercera?"
Como nadie lo sabía, aclaró: "En que ni el hotel ni la camisa tienen botones".
Un listillo pregunta: "¿Y la familia?"
"Muy bien, gracias".
Disculpen la mención a este oxidado chiste, pero me ha venido al pelo para titular el post.

13 comentarios:

  1. Me alegra saber que tan numerosa familia haya prosperado en general y se las arreglan muy bien.

    Tengo la impresión de que al Doctor, ni aún teniendo una Seguridad Social que lo mimara y lo hiciera jefe de algo en Caracas, iba pasar más de unos meses en ese lugar. Es superior a él la necesidad de buscar nuevas residencias. Hubiera sido un gran marino si a ello se hubiera dedicado. Aunque nunca en el mismo barco.

    Lo del chiste y los "botones" ya no es aplicable porque ahora ni en los hoteles de 5 estrellas los tienen. Si acaso un fornido señor de edad que se lleva el equipaje a la habitación y no se le ve nunca más. En la época que relata los botones de hotel eran muy útiles porque hacían recados a los clientes también.

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    1. ¡¡Ja. ja!! Tiene razón, mi padre tampoco hubiera estado mucho en el mismo barco. Sin embargo muchas de sus mudanzas en Venezuela fueron obligadas por las autoridades médicas de ese país. Si lo llegan a dejar en Margarita, estoy seguro de que bate su record de permanencia.
      También acierta en lo de los botones; el último que ví fue Sacarino.

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  2. caray,estaban creando ustedes la saga de los Bwana.
    En el caso de su padre,salvo el pequo periodo en Margarita,estaba bastante puteado el pobre,no me extraña que estuviese quemado.

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    1. Estaba tan quemado que prefirió volver a España cuando tanta gente hacía el trayecto contrario. Bienvenido a este blog.

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  3. Ese chiste es como el de aquél argentino al que ya no le servían en el bar por borrachuzo y mal pagador y un día pregunta al camarero ¿ha venido Tomás? y el camarero le responde ¿qué Tomás? y éste le dice, un whisky.


    Uy uy uy, ahora que ha mentado a su madre y su horror hacia los "putos bichos", es algo que me da pavor, no bajo ni a la piscina por las hormigas, que ascazo de vegetación, que ascazo de animales, no entiendo la necesidad de estar rodeado de naturaleza, soy excesivamente urbanita, y lo peor de todo es que probablemente los insectos tropicales no piquen, muerdan y se lleven el cacho, brrrrrrlllllllll, que yuyu.

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    1. El chiste del argentino lo había oído pero con el indio gorrón. Muy bueno, sobre todo la continuación, cuando le cuenta que le han pegado en todo el "bebes".
      Si llega Vd. a ver como se las gastan los bachacos, unas hormigas "kingsize". o los alacranes, o los "jejenes" (especie de mosca-mosquito que, no sólo muerde, sino que se mete por los oídos, las narices y cualquier orificio al descubierto. Se los conoce, a estos últimos, como "la plaga", porque aparecen como una nube con miles de éllos.
      Mi padre, por no llevar la acostumbrada cachucha (gorro con visera), le anidó un gusano en la cabeza, caído desde un árbol, y tuvo que pasar por quirófano.
      Cuando vea esas fotos o reportajes de playas paradisíacas, no se fíe.

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  4. En donde estuvo el ilustre Sebastian en Margarita? Segun los anales mitologicos familiares, fue en Pedro Gonzalez, un pueblo que aun hoy mantiene el viejo espiritu de la Isla

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    1. Gracias por el detalle que había olvidado. Nunca tuve oportunidad de conocer esa bonita isla, muy a mi pesar.
      Pienso dejar para el epílogo la revelación de nombres y apellidos; de momento, es la saga de los Bwana.

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  5. Lo de las mudanzas señor Bwana, con la practica que tenían ustedes, han debido ser chupadas.
    No me extraña que su padre estuviese hasta los mismísimos con tanto puterío.
    Lo que está claro es que estaban comenzando ustedes a crear la saga multiracial de los Bwana.

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    1. En Venezuela no creían en la propiedad horizontal, de manera que todos los que no podeían vivir en un chalet, alquilaban un piso. Como los pisos estaban totalmente amueblados, lo único que tenía uno que meter en las maletas eran unos cuantos libros y la ropa, todo lo cual no abultaba demasiado. De ahí la facilidad en el cambio de domicilio.
      No puede Vd. imaginarse la extensión internacional de la saga. Ya lo contaré oportunamente.

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  6. Los Llanos tengo entendido que son peligrosos por lo bichos. Creo que antes los bandido se ocultaban allí.
    Saluditos.

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  7. En una zona tropical, con una extensión suerior a la mitad de España, abundan toda clase de bichos, por supuesto. No más peligrosos que los que se encuentran en las zonas selváticas. Los bandidos siempre encuentran donde ocultarse, incluso detrás de un escritorio.
    Saludos

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  8. Yo también pude disfrutar unas maravillosas vacaciones en isla margarita. Quien ha ido a Venezuela de seguro fue allí por los mejores hoteles en isla margarita son un lujo con vistas a las fantásticas playas

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