jueves, 16 de febrero de 2012

NEGOCIOS CHATOS

En los años 40 y 50,  como consecuencia de las guerras y de las posteriores hambrunas,  entraron en Venezuela miles de inmigrantes. Entre españoles, italianos y portugueses sumaban cerca del millon de personas. Los paisanos se metieron en todo tipo de actividades, gracias al dominio del idioma. Los italianos se dedicaron, principalmente, a la construcción y los portugueses, mayormente, abrieron "botiquines" (bares).  El país estaba en pleno desarrollo y muchos lograron triunfar a base de esfuerzo y dedicación. Probablemente en sus países, con igual ahinco, hubieran tenido el mismo éxito.

Durante la revuelta del 18 de octubre del 45, se produjo un hecho que causó gran impacto entre la colonia española. Un aragonés, que había luchado en la batalla de Teruel sin sufrir un rasguño, se asomó a la terraza de su edificio para mirar a qué se debía un alboroto en la calle. En ese preciso momento, una bala le atravesó el cráneo.

En casa no hemos prestado mucha atención a estas escaramuzas. Estamos en plena mudanza a un piso en el centro de Caracas. Ubicado de Corazón de Jesús a la esquina de Perico, queda bastante cerca de mi oficina que, ¡oh curiosidades de la vida!, también se ha mudado, a la esquina de Veroes, al lado de la plaza Bolívar.

Esquina de Perico

Las oficinas estaban en el edificio grande de la esquina de Veroes

Nos vamos modernizando, tanto en casa como en la oficina y ahora estamos en grandes edificios. Mi padre se ha marchado a los USA, a una convención de los laboratorios Squibb en Nueva York. Antes de irse ha tomado unas clases intensivas de inglés, creo que sin mucho resultado. Su profesor le ha tenido que explicar el truco del "I see", con lo que puede mantenerse el tipo durante una conversación.

Cuando vuelve de Nueva York nos cuenta las maravillas de la "gran manzana"; incluso creo que se pasó un poco, pues estuvo varios años con el mismo tema. De la empresa no habla tan bien, pues le han denegado el ascenso a supervisor de la zona del Caribe, a lo que aspiraba. Como consecuencia, renuncia y vuelve a emplearse en el sistema sanitario de Venezuela, teniendo  la suerte de que lo nombren médico de Baruta, una población cercana a Caracas y que se convertirá en la zona de descanso de la gente pudiente de la capital.


En la empresa tenemos un Economato, donde se pueden comprar alimentos y otras cosas. Puede pagarse al contado o lo cargan a la nómina  y lo descuentan en la paga de la 2ª quincena (se cobra quincenalmente). El 99% del personal local tiene la mala costumbre de gastar más de lo que cobra, sea cual sea su sueldo. Al llegar el sábado, los bolsillos están bastante deteriorados y peligra la celebración del fin de semana. Con la viveza que los caracteriza, los caraqueños han inventado un procedimiento para salvar la situación, al que llaman:

EL NEGOCIO CHATO
Es muy sencillo, ya que van al Economato, donde se pueden comprar hasta  tres cartones de cigarrillos americanos, a 15 bolívares el cartón, firmar la factura para su descuento en nómina y, a continuación, visitar los diversos bares y cafeterías próximos (no existían los estancos) para revender, al contado, la mercancía. Generalmente hay que darle un descuento al comprador, si no, no le interesa, pero logran hacerse con dinerito fresco para la pachanga del sábado.


A veces hay que recorrerse toda la zona, porque han pasado antes otros vendedores y el bar ya no quiere aumentar sus existencias de cigarrillos. Ha llegado el momento de incrementar el descuento hasta límites insospechados, como vender el cartón a 8 bolívares. También puede hacerse una transacción similar con botellas de whisky, en vez de tabaco, pero resultan más difíciles de "colocar" que los cigarrillos.


El negocio "chato", agregado a la alimentación y bebidas compradas a crédito en el Economato,  trae como consecuencia el sobre-giro en la paga de la 2ª quincena, es decir, el empleado no cobra nada y le queda un saldo en contra que le descontarán en la próxima paga.

Como persona juiciosa y moderada, yo no tengo ese problema y nunca participé en el "negocio". Tuve que rechazar varias propuestas de compañeros que pretendían que comprara los 3 cartones de tabaco y se los cediera, con la promesa de una devolución futura. Sólo hice una excepción cuando mi propio jefe me hizo la misma petición, aunque me pagó, "religiosamente", a los dos meses.

Cuando nos mudamos a la esquina de Veroes, la empresa aprovechó la oportunidad para cancelar el crédito en el Economato, con lo que terminó, definitivamente, con este improductivo comercio.

11 comentarios:

  1. Bueno, es un alivio porque ya está de nuevo en otra residencia. No se puede esperar que el Doctor habite un mismo lugar más de dos meses.

    Ese sistema del Negocio Chato era una ruína para los padres de familia. Podía ser un mal menor para los solteros pero no para los que mantenían a una familia.

    Esa Venezuela de post-guerras (Civil y Mundial) debió de ser una innovación total para los allí residentes de siempre con tanto inmigrado de Europa.

    ¿Qué tal se portó con los españoles el dictador Perez Gimenez, que luego terminó viviendo de forma millonaria en una urbanización de lujo de Madrid?

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  2. Más llamativo era el negocio que hacía mi abuelo (y al que por lo visto no le llegó ese tan típico de allí), él, inteligentísimo, compraba, por ejemplo, 1 kg de arroz a (no me manejo en la moneda de la época) 2 pesetas y lo vendía a 50 céntimos.

    Un hacha para los negocios, ya está muerto si no le enviaba a estudiar Trinque en la Junta de Andalucía.

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  3. Yo creo que esta nueva mudanza fue para que le diera tiempo a ir a comer a su casa. Impresionante el trasiego, Bwana.
    Se agradecería más información sobre lo del "I see".

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  4. D. Javier:
    En aquella época todos pensaban que el país era muy rico y que, tarde o temprano, participarían de esa bonanza. Ignoraban que gobiernos posteriores iban a despilfarrar esa riqueza.
    Durante los gobiernos de Medina Angarita y Pérez Jiménez, muchos de esos inmigrantes se hicieron ricos con el descomunal desarrollo de la construcción.
    A los españoles que no se metieron en política, no les fue mal durante la dictadura.

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  5. D. isra:
    No parece que se hiciera rico su abuelo con el negocio.
    No creo que enseñen trinque en la Junta de Andalucía; esa gente nació ya resabida.

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  6. Dª maharani:
    El susodicho "I see", que significa "Ya veo" o "Entiendo", sirve para no estar callado durante una conversación y aparentar que uno está al loro. Se aplica cuando el que está hablando te mira, esperando que digas algo, y tu no has entendido nada.
    Resulta bastante útil.

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  7. La verdad, Sr. Bwana, es que sus andanzas darían para escribir un libro espléndido. No se anima?

    Genial lo del "I see", un truco infalible para salir del paso poniendo, eso sí, la mejor cara de poker posible.

    Un compañero mío se casó con una hija de Pérez Jiménez, lo que se llama un auténtico braguetazo. No duró mucho la cosa, pero lo suficiente como para que a mi colega (que le quiten lo bailado) le quedara la vida de lo más resuelta. La verdad es que el tío era y sigue siendo un profesional, aunque supongo que tener a Pérez Jimenez de ex-suegro encabronado debió ser un poco incómodo.

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  8. Bwana cambiaba usted mas de vivienda que de balas un pistolero del oeste.

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  9. Bwana cambiaba usted mas de vivienda que de balas un pistolero del oeste.

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  10. D: gorkataplines:
    Es Vd. muy amable, pero no creo que las andanzas de un personaje anónimo llamaran la atención del público lector. Me limito a dejar una modesta huella para mis descendientes, si les apetece leerlo. Y, por supuesto, para los fieles visitantes de este blog.
    Su amigo tuvo buena vista para el braguetazo, no lo dudo, a pesar de su peligrosidad.
    Un saludo

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  11. D: MAMUMA:
    Si tiene Vd. paciencia, comprobará que las mudanzas no han hecho más que empezar.

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