miércoles, 1 de febrero de 2012

A MARACAIBO

Tanto Guy Lenheman, un hebreo nacido en Palestina, del otro grupo de 6º, como yo, hemos sido los únicos en obtener un 20, la máxima calificación. Estamos ansiosos por inscribirnos en el famoso Liceo Andrés Bello, paso previo a la Universidad, como hacen los mejores estudiantes que terminan en la Experimental Venezuela. Hemos pasado por allí unos compañeros, para ir formalizando la inscripción y aprovechado la  la oportunidad para ver las clases de ballet en las que participan unas chicas esculturales. Un aliciente más para ingresar.

Liceo Andrés Bello

Pero me espera una de mis mayores desilusiones. Mi padre ha conocido al Dr. José D. L., director del Hospital Quirúrgico de Maracaibo, que le ha ofrecido el puesto de Jefe de Radiología y Supervisor de Farmacia, prometiéndole que será un paso importante para obtener la reválida de su título. Así que se ha marchado a Maracaibo, la segunda ciudad de Venezuela y ha conseguido una nueva casa, a donde nos trasladamos inmediatamente.

No recuerdo cómo recorrimos los 700 km que separan ambas ciudades ni cómo cruzamos los 8 km del lago de Maracaibo entre las dos orillas, pero lo hicimos por carretera y ferry, eso seguro, porque por avión no viajaba ni el tato. También he olvidado qué pasó con los inquilinos que teníamos en Los Caobos, lo que no me extraña porque no creo que me importara un pimiento.



Ya estamos en la cuna del petróleo venezolano, el Estado Zulia. Rodea los 14.000 km cuadrados del lago de Maracaibo, el mayor de América del Sur, descubierto por Alonso de Ojeda en 1497. Se cuenta que, cuando Américo Vespucci, que acompañaba a Ojeda, vio los palafitos construídos por los indios en aguas del lago, dijo que "son como una pequeña Venecia" y que, posiblemente diera origen al nombre de todo el territorio.



El desarrollo del petróleo en Venezuela tuvo su momento álgido en 1922, cuando el mundo conoció realmente la riqueza del subsuelo venezolano, con el reventón del pozo Barroso 2 en el campo La Rosa, cerca de Cabimas (estado Zulia). Este pozo lanzó durante nueve días un chorro incontrolable de más de 100.000 barriles diarios de crudo. Las principales empresas petroleras obtuvieron concesiones en la zona y realizaron grndes inversiones en exploración, producción y refino, dando lugar al desarrollo que colocaría a Venezuela como tercer productor mundial de crudo.

Las casitas flotantes que llamaron la atención de Américo Vespucci se convirtieron en miles de pozos de extracción de crudo por todo el lago de Maracaibo.



Dos cosas llaman mi atención sobre este lugar: la primera es el calor sofocante que se mantiene todo el año; la segunda, es el modo peculiar del lenguaje de los nativos. Utilizan un "voseo" parecido al argentino y una cantidad de palabras que requieren traducción. Adjunto un resumen de palabras y expresiones del lugar que me costará un año aprenderlas. Incorporo como anexo, para no molestar a los lectores que no tengan interés, este "Diccionario maracucho".

La casa que nos ha agenciado mi padre está en el centro de la ciudad y como aún no ha llegado el aire acondicionado a estas tierras, hay que usar permanentemente el ventilador.



Mi padre y yo utilizamos una regadera llena de hielo para ducharnos. He preferido dormir en un catre de lona, sin colchón, porque paso menos calor. Un artilugio parecido al que sigue, pero con almohada, ojo.



Ya estamos inscritos en colegios y yo empiezo el bachillerato en el Liceo Baralt. Un compañero se me acerca y entablamos una interesante conversación. Me dice que la colaboración que recibimos en Marignane por parte de las "fuerzas vivas", fue por simpatía de los masones con la causa republicana. A continuación me entrega unos formularios para que me inscriba en la logia de Maracaibo. Le digo que lo consultaré con mi padre. Como mi progenitor me dice que son payasadas y me explica en qué consiste la masonería, termino rechazando la invitación de mi condiscípulo. Seguimos siendo amigos, aunque no me vuelve a mencionar el asunto.

Poco va a durar el mangoneo, como explicaré próximamente.

10 comentarios:

  1. Useáse que dejó a los vecinos de Caracas "con la peluca" para "arronzarse" e ir a Maracaibo, en donde probablemente sería muy dificil encontrar una chica "catira".

    Vaya juventud de ver y conocer mundos diferentes tuvo Don Bwana. Podría escribir novelas a lo Julio Verne o Salgari.

    No me había fijado pero es estupenda la imagen al margen de "Bwana infante". Pero Ud. el mismísimo Ojeda.

    Estupendo relato. ¿Conoce la maharahaní estas andanzas suyas?

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  2. Jopé, Bwana, ya estaba echando de menos una mudanza...
    Tella, ni idea de los detalles. Y me lo estoy pasando genial.

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  3. He intentado echarle un vistazo a ese diccionario, pero como todavía estoy acojonado por el caloruzo que hacía en Maracaibo (y que en breve llegará a los madriles) me he venido abajo y he tenido que salir a la terraza. Espero sepa Vd. disculparme.

    Me imagino que tanto ajetreo tendría su interés al principio pero me temo que quizás le esté interesando mantenerse quieto algún tiempo.

    Lástima que se tuvises que marchar, habría sido interesante leer cómo nos relataba sus clases de danza con esas mallitas ajustadas...

    addenda - que dios me conserve el oído porque la vista la he perdido, si no lo comenta Tella ni me doy cuanta de esa foto

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  4. D. Javier:
    Lo veo a Vd. muy puesto con el "diccionario maracucho".
    Creo que Dª maharani sólo estaba al tanto del cuento de la oca.

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  5. Dª maharani:
    Las mudanzas no han hecho más que empezar. En el fondo siempre he sido un nómada. Hacer maletas y tirar cacharros me mola.

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  6. D. isra:
    Está disculpado, aunque creía que lo que se acerca por España son aires siberianos.
    De las clases de danza siempre me he limitado a ser un observador crítico. Cono<co a unos cuantos que, pretendiendo ligar, se hicieron bailarines y terminaron cambiando de acera.
    Lo que no le perdono es que no hubiera apreciado, en todo su esplendor, esa magnífica foto.

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  7. Vaya putada,ya no podrá contarnos las clases de danza.

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  8. D. MAMUMA:
    No preocuparse, más adelante hablaré del ballet de Alicia Alonso.

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  9. Madre mía que cantidad de curro le metió usted al diccionario. Bueno esto se pone interesante llegando a la zona petrolera. Menudos personajes tendría que haber allí.
    Saluditos.

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  10. D. Zorrete Robert:
    Desde esa época me empezó a gustar el aroma del petróleo. Es un olor que no se olvida nunca y que llega a enganchar.
    Saludos

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